Mi Primer Gran Barracuda

por Gabriel Pérez Briseño

Esta pesca se realizó en el Puerto de Veracruz en México, está situado en el golfo de México y fue hecha la captura cerca de una escollera, la cual tiene unos 20 o 25 metros largo adentro del mar.

Era un día algo soleado y el calor realmente un tanto insoportable, el cielo despejado y el mar en con algunas olas dentro de la zona de pesca de aquel día. Llegué a unas escolleras que se encuentran situadas en la playa, junto a una zona hotelera aquí en mi estado, caminé hacia la punta de la escollera tratando de ver la actividad de los peces en el agua. Se veían solo pequeños júreles y unas cuantas agujas (needle fish).

Armé un equipo algo grande o heavy (caña de 8 pies acción medium heavy para línea de 15 a 20 libras, un carrete para línea 20), armé el primer señuelo el cual era un pequeño pez con paleta pequeña y en color blanco con rojo, así comencé mi primer lanzamiento hacia las afueras de la escollera tratando de capturar algún pez incauto: la suerte corrió mejor a los siguientes lances y fue cuando pesqué una pequeña aguja como de unos 25cm de largo y causando conmoción y saltos fuera del agua pude acercarla un poco mas a la orilla cuando de repente vi que una gran mancha negra paso al lado del pez después de haberla sacado del agua, y ahí, estacionada frente a mi como si le hubiera quitado su bocado fácil, estaba una gran barracuda, a la vista tenia como unas 12 libras de peso y solo se quedó ahí, mirando por unos segundos, que para el momento fueron como minutos, después de eso como llegó se fue, a una velocidad impresionante.

Rápidamente armé mi caña con un líder metálico de 60 libras y un buen anzuelo y de carnada aquella infortunada aguja, después de rodear toda les escollera en busca de aquella impresionante pieza, por fin a un lado de la misma pude ver en el fondo a la gran barracuda tranquila y quieta esperando a su próxima victima. Con mucho cuidado lance la aguja a unos metros de la boca de la hambrienta amiga, poco a poco fui recogiendo la línea para que diera apariencia de un pez herido. La barracuda afortunadamente divisó rápidamente aquel cebo y ni tarda ni perezosa se dio a la tarea de devorarla, delicadamente abrió so boca y la posó entre sus dientes filosos, deje que se llevara algunos metros de línea para que se sintiera un poco mas confiada y poder realizar un enganche bueno.

Así nadando lentamente se empezó a alejar y de repente ¡ZAS! le di un buen jalón, la barracuda saltó y escupió el cebo alejándose rápidamente de ahí; enojado y furioso por mi descuido dije algunas cuantas maldiciones y volví a buscar a la barracuda, desgraciadamente no la pude ver alrededor de la escollera y a la vez pensé que se me había ido la mejor barracuda que había tenido en mi vida. Así que me dispuse lanzar hacia enfrente de la escollera tratando de buscar un poco mas de distancia y un poco mas de profundidad, lance unos 10 metros aprox. delante mío y espere no mas de un minuto, después de esperar sentí un pequeño jalón y di unos segundos mas para ver si realmente se había trabado algo. El segundo jalón no se hizo esperar mucho y fue ahí que después de tres tirones hacia atrás y rápidamente hechos por fin pude clavar a la barracuda. ¿Cómo supe que era la barracuda? Pues después del enganche el carrete empezó a sacar línea como nunca lo había hecho, la línea salía como si algún camión grande hubiera sido enganchado y las primeras señas de la barracuda fueron después de unos 50 metros adelante de mi, cuando esplendorosamente dio un gran salto el cual descubrió toda su belleza, después empezó a jalar hacia el mar y dio otro salto esta vez sacando todo su cuerpo fuera del agua y dándome una bella vista de aquel poderoso animal, volvió a caer dentro del agua y el carrete seguía quedándose sin línea.

Pensé que hubiese sido mejor no haber pescado a la barracuda ya que de todas maneras me iba a dejar sin línea; afortunadamente el cansancio hizo presa al animal por unos segundos y fue ahí cuando empecé a recuperar línea, unos cuantos metros adentro y después de una rápida corrida el doble de metros me sacaba aquel bello ejemplar. Así la batalla se alargó a unos 10 minutos, cuando el animal decidió meterse hacia la playa donde había bañistas disfrutando de un buen baño. A señas les dije que salieran un poco mas a la orilla ya que ellos habían visto el gran tamaño del animal y estaban atentos a lo que yo hacia. Así, caminando sobre la escollera pude seguir a la barracuda hacia adentro de la playa y por fin cuando pude tenerla a unos cuantos metros de mi me sorprendió el gran tamaño del animal.

Después de seguirla como por uno 10 metros pude posarla en una piedra la cual era una especia de mesa, ahí admire en todo su esplendor a mi pieza capturada, era una enorme barracuda, todavía con algo de fuerzas para seguir peleando. Me acerque y bajé las piedras que me separaban de mi gran captura, y así pude ver el verdadero tamaño del animal, aproximadamente un metro de largo y un peso entre las 20 y 22 libras. Al querer sacarla del agua tome la línea entre mis dedos y cual fue mi sorpresa cuando el animal empezó a dar cabezazos y fue ahí cuando corto mis dedos. Dejé la línea y deje que se calmara un poco, volví a tomar la línea junto con el destorcedor y un vez mas la barracuda hizo otro movimiento mas brusco el cual hizo que dejara la línea pero desafortunadamente el nudo que unía la línea con el destorcedor ¡se rompió! y así se liberó aquella magnifica captura; al principio hice un buen coraje pero después entendí que la batalla la había ganado yo y que era mejor dejarla ir, además no llevaba gancho o red como para poder sacarla sin peligro y realmente aquellos enormes dientes no me inspiraban nada de confianza.

Así que lentamente se fue recuperando y se fue nadando con un líder en la boca. Esta historia amigos no es falsa, es verdadera y fue una de las mejores pescas que me han tocado en mi vida, saludos y espero les haya gustado mi relato.

Saludos desde Veracruz, Mexico.

Gabriel Pérez Briseño
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